MEDITACIÓN SHINRIN YOKU

MEDITACIÓN SHINRIN YOKU : SUMERGIRME EN EL BOSQUE

Adopta la postura de meditación correcta: pies firmes en el suelo, manos sobre las piernas, brazos distendidos, hombros que caen por su propio peso, espalda erguida, bajas levemente el mentón, vas cerrando lentamente los ojos.
Observa cualquier tensión en el cuerpo, suelta realizando una respiración profunda, natural.
Nota como el aire entra por tus fosas nasales, baja por la laringe, hasta llegar a los pulmones, como se eleva el abdomen y se contrae cuando sale.
Respiro calma con cada inhalación y exhalo paz.
Imagina ahora que abres una puerta y te encuentras con un bosque enorme, infinito, verde, con árboles grandes centenarios y a su lado otros más frágiles.
Escucha el rumor del viento aleteando entre las ramas y el trinar de los pájaros.
Inhalas aire puro lleno de oxígeno que renueva todas y cada una de las células de tu cuerpo.
Empiezas a caminar sobre una hierba verde y húmeda, apoyas la planta del pie como si no quisieras pisarla, acariciando con tu caminar la Tierra. Le mandas tu amor y energía.
Respiras y un olor o fragancia a pino te invade, escuchas el rumor de un agua, te diriges hacia ese sonido, descubres un arroyo de aguas cristalinas, puras que se deslizan entre piedras blancas.
Te descalzas y metes tus pies entre esas aguas ¿Notas el hormigueo entre tus dedos? ¿Qué sientes con el suave masaje del agua?
Realizas una respiración muy honda, profunda y cualquier pensamiento que te llegue simplemente lo dejas ir con el agua, suéltalo y permite que fluya con la corriente hasta que desaparezca.
Ahora diriges tu atención hacia un tronco de un árbol grande y ancho, te aproximas hacia el y colocas tu espalda apoyada en el tronco y tus pies encima de las raíces del árbol. ¿Notas la energía y calor que la naturaleza te transmite?
Respiras con el árbol que te acoge y te abraza, y sientes la conexión con la Tierra.
Le agradeces toda la paz y vida que te brinda.
Ahora te agachas, tocas la Tierra con tus manos, ves como se mezcla entre tus dedos, está llena de hojarasca ¿Cómo la percibes? ¿Húmeda? ¿Seca? Te la acercas para olerla y percibirla más intensamente.
Después te levantas y empiezas a caminar hacia un claro que hay en el bosque, llegas allí y notas como hay un cielo azul limpio y como los rayos del sol empiezan a incidir sobre ti, acariciando tus pies, manos, brazos, piernas, cabeza, pelo, todo tu cuerpo, y te ves inundada de una luz blanca.
Te quedas con esta sensación cálida, llena de energía y con una leve sonrisa en el rostro comienzas a volver.
Moviendo los dedos de las manos, de los pies, estirando brazos, piernas y abres los ojos muy lentamente.
Respira esta calma y paz, agradeciendo a la vida y confiando en ella plenamente.

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